15 de junio de 2022
Rae Oliver
Hasta hace muy poco, la mayoría de las organizaciones consideraban que los riesgos de la gestión climática eran un tema de interés para los departamentos gubernamentales y las organizaciones sin ánimo de lucro. Sin embargo, esta postura está cambiando rápidamente. La legislación mundial, los movimientos políticos y los avances tecnológicos han situado el riesgo climático en primera línea del mundo empresarial global. Por no hablar de las perturbaciones del mercado, los fenómenos meteorológicos extremos y la actitud de los consumidores.
El modo en que las empresas informan sobre el riesgo climático está siendo objeto de un escrutinio cada vez más minucioso. Especialmente a medida que los inversores buscan nuevas formas de medir y evaluar el impacto de los modelos empresariales tanto en el medio ambiente como en la reputación de las organizaciones.
Hoy en día, los riesgos climáticos se están convirtiendo no sólo en temas medioambientales, sino en cuestiones que tienen repercusiones directas y tangibles en la reputación y la situación financiera de las empresas. Las empresas y organizaciones de todos los sectores deben comprender claramente la importancia del riesgo climático en relación con sus operaciones. Sólo entonces podrán aplicar las estrategias necesarias para transformar los riesgos en oportunidades.
Siga leyendo para saber más sobre cómo los riesgos de la gestión climática impulsan las decisiones de inversión.
El cambio climático es sin duda uno de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo. Y ya está afectando a las finanzas, las operaciones y las vidas de millones de personas. El último Informe sobre Riesgos Mundiales del Foro Económico Mundial, publicado en enero de 2020, hace hincapié en las repercusiones del calentamiento global. El informe señala que tiene un alcance mundial y traerá consigo graves consecuencias. De hecho, se prevé que el cambio climático ponga en peligro alrededor del 2% de los activos financieros mundiales de aquí a 2100, o hasta el 10% de estos activos en el peor de los casos, según el Consejo Europeo de Gestión de Riesgos.
Por eso es esencial que las organizaciones se preparen e inviertan en sólidas estrategias de gestión del riesgo climático para mitigar estos impactos previstos. Las implicaciones financieras y la magnitud de los efectos potenciales del cambio climático deben figurar entre las principales consideraciones de los responsables de riesgos.
Estos riesgos impulsan las decisiones de inversión y llevan a los inversores a abordar el cambio climático de forma innovadora. La investigación muestra cómo los inversores están considerando la forma en que el calentamiento global está perturbando los mercados y las economías mundiales. Están respondiendo dando prioridad a la capacidad de las organizaciones para crear rendimientos financieros sostenibles a largo plazo basados en sistemas medioambientales, económicos y sociales racionalizados. Los inversores evalúan ahora sus inversiones en función de parámetros clave del sector para realizar inversiones más sostenibles que no cuesten un ojo de la cara.
Organizaciones como el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima pretenden fomentar y mejorar la información mundial sobre los riesgos relacionados con el clima y la información financiera. Los mercados financieros y los inversores necesitan información clara, concisa y de alta calidad sobre las posibles repercusiones del cambio climático. Esto incluye información sobre los riesgos y las oportunidades que plantea, las políticas óptimas relacionadas con el clima y las tecnologías emergentes en el mundo moderno. La TCFD proporciona datos valiosos a los inversores sobre lo que están haciendo las organizaciones de sectores específicos para mitigar los riesgos del cambio climático con el fin de impulsar la sostenibilidad y el cambio en todos los sectores clave.
Según el Instituto Swiss Re, el cambio climático podría causar pérdidas de más del 18% del PIB mundial a mediados de siglo si no se adoptan medidas de mitigación. Las economías de EE.UU. y Europa podrían contraerse hasta un 10%, mientras que la de China podría reducirse hasta una cuarta parte.
Estas son las cuatro áreas clave de riesgo asociadas al cambio climático que las organizaciones deben tener en cuenta:
Se prevé que los efectos del calentamiento global afecten a todos los países del planeta. Debido al aumento del desarrollo y la urbanización en zonas de alto riesgo, como llanuras aluviales y costas, hay más bienes físicos en peligro.
Este riesgo exige que las organizaciones colaboren estrechamente con corredores de seguros para compensar algunos riesgos. Todo ello mientras diseñan y construyen infraestructuras más resistentes para soportar fenómenos meteorológicos extremos.
Tanto las organizaciones como los inversores deben estar preparados para las continuas interrupciones de la cadena de suministro ante el calentamiento de nuestro planeta. Los planes de continuidad de la actividad deberán tener en cuenta este mayor riesgo.
Las organizaciones bien preparadas podrán sortear las interrupciones de la cadena de suministro y los cambios de proveedores. El uso de datos internos y de una amplia gama de otras fuentes de datos permite crear planes de gestión de la cadena de valor claros, transparentes y adaptables.
Los riesgos de transición se plantean junto a los riesgos físicos y los grandes cambios políticos suelen seguir a catástrofes y emergencias significativas. Evitar lo peor de la catástrofe climática exigirá un esfuerzo significativo en todas las industrias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Determinadas industrias se verán más afectadas que otras por los impuestos sobre el carbono y los impuestos específicos. Además, la transición a medidas de producción y funcionamiento más sostenibles y a soluciones resistentes al clima será más fácil para determinados sectores. Estas transiciones llevarán tiempo y supondrán costes inesperados, especialmente para las organizaciones que no dispongan con antelación de planes de gestión de riesgos climáticos.
La actitud de las organizaciones hacia las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) se considera cada vez más un pasivo. El creciente escrutinio de inversores y consumidores presiona a las organizaciones para que asuman la responsabilidad de su impacto social y medioambiental e implanten prácticas más sostenibles.
Los suscriptores están prestando más atención a los riesgos ASG. Esto significa que las empresas necesitan hacer un uso aún mayor de la tecnología y los datos avanzados para comprender sus impactos y su exposición. Estos datos pueden utilizarse para introducir cambios positivos y mitigar los riesgos del cambio climático de los inversores.
Aunque el cambio climático plantea un sinfín de retos, afrontarlos puede crear valiosas oportunidades tanto para las organizaciones como para los inversores. Por ejemplo, los costes de las tecnologías con bajas emisiones de carbono, como la fotovoltaica, han descendido hasta un 85% en la última década. En 2020, se prevé que la energía renovable sea más barata, por término medio, que la basada en el carbón a escala mundial. Esto hace que los vehículos totalmente híbridos, la iluminación LED y otras tecnologías ecológicas sean más rentables y más positivas desde el punto de vista de las emisiones de carbono.
Cada vez se anima más a las empresas de cartera a invertir en energías alternativas, como la solar y la eólica, que puedan sustituir a los combustibles fósiles. Esto se hace financiando o evaluando oportunidades de descarbonización en las carteras. Las organizaciones financieras se encuentran en una posición privilegiada para asignar recursos hacia alternativas energéticamente eficientes mediante la introducción de planes de financiación de energías renovables y el establecimiento de incentivos financieros para proyectos de reducción de emisiones.
Así pues, aunque los riesgos son significativos, el cambio climático presenta a las organizaciones numerosas oportunidades para trabajar en pos del objetivo de crear un planeta más sano y ganarse la confianza de los consumidores. La clave para aprovechar al máximo estas oportunidades es actuar con rapidez y, al mismo tiempo, dar prioridad a la incorporación de la inversión ASG a sus procesos de análisis.
Las organizaciones de todos los sectores pueden identificar la necesidad de desarrollar estrategias de mitigación de los riesgos del cambio climático. Pero a menudo carecen de las herramientas y los datos necesarios para configurar sus políticas e informar con precisión sobre los riesgos y los datos de emisiones.
Las herramientas informáticas de análisis de riesgos climáticos como el SINAI pueden ayudar a estas empresas a comprender los riesgos del cambio climático, cómo puede afectarles y qué pueden hacer para mitigarlos.
SINAI ayuda a su organización a alcanzar sus objetivos netos cero siguiendo las directrices y principios de la iniciativa Science Based Targets. Nuestra plataforma ofrece soluciones líderes en descarbonización para cuantificar e informar sobre objetivos, precios del carbono y construir sólidas estrategias de gestión de riesgos.
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