26 de agosto de 2024
SINAI
El nuevo Mecanismo de Ajuste de las Emisiones de Carbono en la Frontera (CBAM) de la UE es una política diseñada para hacer frente a las fugas de carbono en la cadena de suministro de varios productos de alto consumo energético. Para entender bien cómo funciona el CBAM, es importante comprender primero el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE). Para ayudar a acelerar la descarbonización, la UE implantó el ETS en la industria pesada, que es esencialmente una política de Cap-and-Trade que establece límites máximos de emisiones de GEI (Cap) y permite a las empresas generar créditos negociables si están por debajo de su límite asignado (Trade). Desgraciadamente, el RCCDE ha provocado un desplazamiento de las cadenas de suministro para adquirir productos con altas emisiones en regiones donde no existen impuestos sobre el carbono. Este concepto se conoce como "fuga de carbono", y la política CBAM está diseñada para corregir este comportamiento y garantizar que el coste de las emisiones de GEI se aplica de manera uniforme.
La CBAM es una política relativamente nueva que se aplicará por fases. La CBAM comenzó oficialmente en octubre de 2023 y se espera que esté plenamente implantada a principios de 2030. Octubre de 2023 marcó el inicio del periodo transitorio con el primer trimestre obligatorio para la presentación de informes. Todos los informes deben presentarse un mes después del cierre del trimestre, lo que significa que los primeros informes CBAM deben presentarse a finales de enero de 2024. A finales de 2025 concluirá la fase transitoria y el 1 de enero de 2026 entrará en funcionamiento el sistema permanente.
Una vez que el sistema permanente esté en funcionamiento, las partes obligadas deberán emitir informes anuales en los que destaquen las emisiones de GEI incorporadas que se han importado a la UE. Estos informes se suman a los informes trimestrales. Con el informe anual, las partes obligadas tendrán que presentar suficientes certificados CBAM para cubrir la cantidad de GEI que se han importado. El precio de estos certificados se fijará semanalmente utilizando las medias de los precios del carbono del CTE. Esto ayudará a mantener vinculadas las dos políticas.
Además, la flexibilidad en el uso de la metodología de cálculo de emisiones de GEI disminuye a medida que el programa avanza hacia la madurez. En las primeras fases del periodo de transición, el CBAM permite que las estimaciones de GEI se realicen de una de estas tres maneras:
En 2025, sin embargo, sólo se aceptará la metodología de la UE (opción 1) para calcular las emisiones de GEI. No dude en explorar la política en detalle para entender cómo funcionan estas metodologías.
No todos los productos están sujetos a un ajuste fronterizo del carbono en virtud de la CBAM. Sólo los productos más intensivos en energía están incluidos en esta política, que se introducirá progresivamente. Una vez introducida por completo, la política CBAM cubrirá el 50% de las industrias incluidas en el RCCDE. El reglamento considera que estos productos son el cemento, el aluminio, los fertilizantes, el hierro y el acero, el hidrógeno y la electricidad. Esta primera oleada de industrias entró en vigor en octubre de 2023, y se espera que las restantes se incluyan a más tardar en febrero de 2030. Estas industrias secundarias incluyen el petróleo y sus derivados, los productos químicos inorgánicos, los metales no ferrosos, el caucho sintético y los gases industriales.
La Comisión Europea ha publicado un amplio conjunto de directrices para ayudarle a prepararse para los requisitos de información. Como parte del informe trimestral, un sujeto obligado tiene que destacar la cantidad de bienes importados, el país de origen y las emisiones de GEI incorporadas calculadas. La política exige que todas las emisiones de GEI se notifiquen con una aproximación a la tonelada métrica de CO2, que se calcula utilizando factores con 5 decimales.
La metodología utilizada para calcular las emisiones cubre una parte del ciclo de vida del producto de forma similar a la Huella de Carbono del Producto (PCF), pero no es lo mismo. Las PCF están diseñadas para captar la cantidad de emisiones por unidad y cubren todo el proceso de la cuna a la puerta o de la cuna a la tumba. El CBAM no incluye las materias primas ni las secciones de la puerta a la tumba de un PCF completo. La diferencia se pone de relieve en la siguiente imagen del documento de orientación de la Comisión Europea.
Además, a la CBAM no le interesa el cálculo por unidad. Más bien, la política busca comprender la cantidad total de emisiones que se generaron como resultado de estas importaciones, como si los productos se produjeran localmente.
Para estar plenamente preparado para la CBAM, es importante comprender la cadena de suministro de su empresa y de dónde proceden sus importaciones. Esto incluye establecer relaciones con sus proveedores para comprender mejor sus datos. Durante el periodo transitorio, las estimaciones de alto nivel a partir de valores de referencia serán adecuadas para la presentación de informes, pero a medida que la política avance hacia su madurez en 2026, serán necesarios datos primarios más detallados para el cumplimiento de la CBAM. Esto significa que mantener registros detallados y datos centralizados va a ser fundamental para comprender mejor las emisiones importadas de su empresa a la UE. SINAI puede ayudar a agilizar esta tarea ayudándole a comprometerse con sus proveedores, a realizar cálculos precisos de GEI de la forma que necesite y a realizar un seguimiento de las métricas de importación obligatorias según la política CBAM de la UE.